CAL - 28 de septiembre de 2022

Gylfaginning (La alucinación de Gylfi)

Hay una señal de su bravura, y es cuando los Æsir engañaron al lobo Fenrir para que pusiera el pie en Gleipnir, pero no accedió, pensando que no le dejarían libre, hasta que a cambio Týr puso su mano en la boca del lobo.

Gylfaginning (La alucinación de Gylfi)

Gylfaginning (La alucinación de Gylfi)

XXV (TÝR)

Entonces dijo Gangleri:

77. “Poderosos me parecen estos Æsir, y no es extraño que os acompañe gran poder a vosotros que sabéis la ciencia de los dioses y lo que conviene pedirles a cada uno.

Pero, ¿hay aún más dioses?”

Hár dice:

78. “Está aún el Æsir que se llama Týr; es el más osado y valeroso, y tiene gran importancia en la batallas, pues concede la victoria.
Conviene a los valientes invocarle.
Es proverbial que su valor es muy grande y que cuando está junto a alguien, nunca retrocede.
Tan sabio es que se dice “sabio como Týr” [týspakr] al que mucho sabe.

Hay una señal de su bravura, y es cuando los Æsir engañaron al lobo Fenrir para que pusiera el pie en Gleipnir, pero no accedió, pensando que no le dejarían libre, hasta que a cambio Týr puso su mano en la boca del lobo.
Y como los Æsir no quisieron soltarle, le arrancó la mano de un mordisco, y por eso se la puede llamar “miembro del lobo”; y él es manco; pero no se le llama reconciliador de hombres”.