Hail, Njord, Señor de la superficie del mar!  
Salve, Vigilante del Marinero,  
Señor de las Naves sobre las aguas.  
Bendito seas en la proa,  
donde nos conduces hacia nuestros objetivos.  
Bendito seas en la popa,  
donde guardas nuestra estela de  
los monstruos del abismo.  
Bendito seas en el puerto,  
donde tus ojos penetrantes escudriñan el horizonte.  
Bendito eres en el estribor,  
donde nos guías por las estrellas.  
Bendito eres en el mástil alto,  
donde te paras alto con visión lejana.  
Bendito eres en las velas,  
que llenas de vientos ondulantes.  
Bendito eres en el timón,  
donde superas hábilmente todas las tormentas.  
Bendito eres en las redes,  
donde los peces llegan a miles en nuestras manos.  
Bendito seas bajo las cubiertas,  
Donde nos balanceas suavemente para dormir  
Sobre las olas de certeza,  
Sabiendo que la orilla más lejana  
Pronto estará bajo nuestros pies.  
Salve Njord, Señor de las Naves,  
guíe nuestras almas de manera segura a través de las aguas.