CAL - 17 de enero de 2022

TUMMI RAEISTI STAEIN.

Tummi raeisti staein thansi aeftir Assur, brodur sinn, than er var skipari Haralds konungs“

Tumme alzó esta piedra en memoria de Assur, su hermano, quien era guerrero marino del rey Harald.”

Una de las piedras de Sävsjö conmemora a un hombre que tuvo el importante puesto de stallari (alguacil) bajo el jarl Hakon:

Tufa risti stin thina eftir ura fathur sin stalara hkunar iarls

Tofa raeisti staein thenna aeftir Vraa, fadur sin, stallara Hakonar iarls“

Tova also esta piedra en memoria de Vrae, su padre, el guardia del jarl Hakon”.

Parece bastante probable que esta Jarl Hakon fuera el sobrino de Canuto el Grande y su camarada de armas, un miembro de la famosa dinastía de los Lade-Jarls de Noruega.

Cuando dejó Inglateraa por Noruega en el 1029, se ahogó en el Pentland Firth. Tova, hija de este guardia sueco, erigió esta piedra en memoria de su padre. Y era orgullosamente consciente del hecho de que él había comandado una de las tropas más importantes en la corte del rey Hakon.

En su familia hubo otros viajeros a Inglaterra. El padre de Tova, Vrae, erigió una piedra en memoria de su hermano que murió en Inglaterra:Urai sati stin thansi eftir kuna bruthur sin han uar tauthr a iklatiVrai satti taein thanssi aeftir Gunna, brodur sinn. Hann var draudr a AEnglandiLas breves inscripciones de las piedras rúnicas establecen más alla de toda duda que muchos terratenientes suecos y sus hijos navegaron en expediciones a Inglaterra al final del siglo diez y principios del siglo once.

Jugaron su papel en el gran drama histórico de esta era tan significativa. Ellos navegaron “resueltos a Inglaterra”.

Para muchos suecos las conexiones con Inglaterra no solo traerían orgullo y prosperidad. La tripulaciones de los barcos que volvieron de Inglaterra no solo trajeron el Danegeld con ellos. En sus mente estaban también enterradas las semillas del cambio que supuso este contacto con una alta cultura.

Los hombres que viajaron haefla til AEnglands volvieron con una vivida consciencia de nuevos lugares, nuevas técnicas, nuevas ideas, una nueva religión, y esta consciencia anunció el cambio de unas pocas décadas después llegaría, cuando la nación sueca fue sacada de su larga prehistoria para unirse a la civilización cristiana de la Europa medieval.